Parece que hoy en día casi todo el mundo ha probado el cannabis al menos una vez. Pero, si no lo has hecho, lo entendemos. La idea de estar colocado puede ser intimidante, y nadie debería presionarte para que lo pruebes. Dicho esto, si estás pensando en consumir marihuana, deberías saber cómo puede hacerte sentir y qué causa esas sensaciones.
El ser humano ha consumido marihuana por sus efectos psicoactivos durante miles de años. Pero, ¿cómo altera exactamente nuestras percepciones este producto de la naturaleza? Sigue leyendo para descubrir cómo afecta el cannabis a nuestra mente y la forma en que lo hace.
Química del trip de weed
Para entender cómo te coloca la marihuana, hay que analizar en más detalle lo que consumes.
Si te has fijado bien en los cogollos del cannabis, probablemente habrás notado que están cubiertos de unas glándulas cristalinas pequeñas y brillantes. Estas glándulas se conocen como tricomas, y producen una resina viscosa rica en cannabinoides y terpenos.
Durante años, los cultivadores han criado sus cepas de cannabis para que produzcan una resina rica en un cannabinoide concreto: el THC, el principal cannabinoide psicoactivo. Pero el THC no hace efecto nada más entrar en el torrente sanguíneo; de hecho, esta molécula actúa sobre unos receptores muy específicos para que sientas el subidón.
Al igual que nuestro cuerpo tiene un sistema nervioso, también tiene un sistema endocannabinoide, abreviado como SEC.
Este sistema regulador supervisa las funciones de gran parte de nuestra fisiología, manteniendo todo en equilibrio. Está compuesto de receptores cannabinoides y endocannabinoides, unas moléculas señalizadoras que se unen a dichos receptores.
Uno de los principales endocannabinoides del cuerpo, la anandamida, se une a los receptores CB1 y CB2. Cuando se une a los primeros, produce un estado de ánimo alegre y emociones positivas, lo que le ha valido el sobrenombre de "molécula de la felicidad". Los científicos creen que la anandamida es la responsable de la “euforia del corredor” que experimentan los deportistas después de hacer ejercicio aeróbico.
El THC tiene una estructura molecular muy parecida a la anandamida. Por eso, imita a los endocannabinoides del cuerpo y se une a los receptores CB1, produciendo un efecto parecido a la felicidad.
Cuando se fuma, el THC se propaga a través de los alvéolos pulmonares y llega al torrente sanguíneo. Entonces atraviesa la barrera sangre-cerebro y se une a los receptores CB1 de las neuronas de todo el cerebro, lo que lleva a un aumento de la producción de dopamina.
Recorrido de los cannabinoides dentro del cuerpo
El THC fumado o vapeado entra en el torrente sanguíneo por medio de la difusión: el desplazamiento de una sustancia de una zona de concentración alta a otra de concentración baja. Unos tejidos especiales de los pulmones, conocidos como alvéolos, permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono mediante difusión, y el THC también utiliza este proceso para acceder a la circulación sistémica.
La inhalación no es la única forma de introducir THC en el organismo. Los comestibles de marihuana filtran este cannabinoide a través del estómago y el hígado; una ruta que se conoce como metabolismo de primer paso. Este proceso convierte el THC en una molécula incluso más potente, llamada 11-Hidroxi-THC.
El THC inhalado entra en el torrente sanguíneo en cuestión de segundos, mientras que la digestión hace que su efecto tarde mucho más tiempo en aparecer. Independientemente de esta diferencia temporal, tanto el THC como el 11-Hidroxi-THC terminan en el mismo sitio. La circulación sistémica envía ambos compuestos a través de la barrera hematoencefálica, ya que estas moléculas con afinidad por las grasas son lo suficientemente pequeñas como para acceder a través de esta barrera semipermeable al centro de mando del sistema nervioso central.
Cuando llegan a su destino, las moléculas se ponen a trabajar cambiando la manera en que se activan nuestras neuronas. La forma en que percibimos la realidad del día a día depende de la activación rutinaria de neurotransmisores como el ácido gamma-aminobutírico (GABA), glutamato, dopamina, serotonina, y otras sustancias químicas clave. Pero estas moléculas no mantienen nuestro estado normal de consciencia durante una sintetización, liberación y degradación caóticas; un sistema equilibrado ayuda a mantener todo esto bajo control.
Función del SEC
El sistema endocannabinoide (SEC) es el encargado de controlar el flujo de varios neurotransmisores de una neurona a la siguiente. Cannabinoides como el THC también interactúan con esta red de receptores, enzimas y moléculas señalizadoras que se extiende por todo el cuerpo, para catalizar sus efectos.
Busca en tu cerebro el archivo con el nombre “biología” de tu época del colegio; es posible que recuerdes cómo funcionan las sinapsis. Estas estructuras son los puntos de comunicación entre las neuronas, y están formadas por el axón de la neurona presináptica, la dendrita de la neurona postsináptica, y la hendidura sináptica (el espacio entre las dos anteriores).
Casi todos los neurotransmisores viajan de forma "anterógrada", es decir, se trasladan a través de la hendidura presináptica, desde la neurona presináptica hasta la neurona postsináptica. Sin embargo, como controlador de tráfico de este sistema, el SEC envía sus moléculas señalizadoras, conocidas como endocannabinoides, a través de la hendidura sináptica de forma "retrógrada". Este flujo en la dirección opuesta permite que los endocannabinoides se unan a los receptores situados en la neurona presináptica, y controlen la cantidad de neurotransmisores que envían a través de la hendidura.
Y aquí es donde interviene el THC. Este cannabinoide psicotrópico imita la acción de nuestros endocannabinoides. Después de acceder al cerebro, la molécula se acopla a las “plataformas de aterrizaje” de los receptores del SEC, controlando de forma efectiva el flujo de neurotransmisores. Pero, en lugar de actuar como los endocannabinoides normales del cerebro, el THC y sus metabolitos entran como una ola, inundando el SEC y alterando la activación de los neurotransmisores.
Ahora, coge este mecanismo de acción y aplícalo a los 85.000 millones de neuronas y 100 billones de conexiones entre estas y el cerebro. ¡No nos extraña que la marihuana nos haga sentir eufóricos y realce tanto los sabores, sonidos e imágenes!
Los investigadores todavía están tratando de averiguar el papel exacto del THC en esta acción, y cómo modifica ciertas sustancias químicas del cerebro. De lo que sí están bastante seguros es de que este cannabinoide desactiva o “desconecta” la red neuronal por defecto (RND). La RND consiste en una serie de regiones cerebrales interconectadas que se activan cuando estamos en reposo. Esta red nos permite soñar despiertos, reflexionar sobre nuestro pasado, y perdernos en nuestros pensamientos. Sin embargo, realizar una tarea que requiere concentración suprime esta red y nos permite centrarnos en lo que tenemos delante.
Al desconectar la RND, el THC hace que veamos las cosas normales y cotidianas desde una perspectiva distinta. Esto podría explicar por qué la naturaleza nos parece tan maravillosa cuando estamos colocados, y por qué la música, la comida y las películas tienen un efecto mucho más profundo sobre nosotros.
¿Qué se siente al estar grifo
?
Todo este discurso científico está muy bien, pero no nos explica cómo te sientes cuando consumes hierba.
Aunque el THC actúa sobre las mismas rutas metabólicas en todas las personas, hay varios factores que regulan la experiencia. Y, como resultado, la gente experimenta efectos diferentes con las mismas dosis de THC, incluso cuando fuman la misma cepa. Dicho esto, el subidón de la marihuana se caracteriza por unas experiencias comunes, que son:
Estado de ánimo exaltado
Aumento del apetito
Pensamientos profundos
Mayor creatividad
Mayor sociabilidad
Risas frecuentes
Sin duda, cuesta un poco acostumbrarse a estar colocado, pero tras los primeros intentos empezarás a sentirte mucho más cómodo/a en tu estado de conciencia alterada. La música sonará mejor, la comida tendrá un sabor delicioso, y las películas te atraparán con sus interesantes hilos argumentales.
El cannabis ayuda a muchas personas a sentirse más locuaces y seguras de sí mismas, y a ser capaces de expresar ideas abstractas. La mayoría de consumidores de marihuana estarán de acuerdo con lo siguiente: algunas de las mejores conversaciones que han tenido han estado inspiradas por cantidades copiosas de hierba.
Cómo saber cuándo estás grifo/a
Sabrás que el THC está empezando a hacer efecto cuando te sientas "diferente". Muchos de estos cambios cognitivos son positivos, pero algunos son negativos y pueden hacer que el consumidor se sienta incómodo.
Sensaciones agradables
Cuando se toma una dosis adecuada en las circunstancias apropiadas, se disfruta principalmente de los efectos agradables del subidón. Estas sensaciones incluyen:
Alegría
Euforia
Claridad cognitiva
Aumento de la actividad mental
Mayor creatividad
“Risa floja”
Mejor sentido del tacto, gusto, olfato, oído y vista
Sensaciones desagradables
Pero a veces el subidón puede resultar desagradable, sobre todo si has tomado una dosis más alta de lo habitual. Sin embargo, esto también podría deberse a una disposición mental negativa o al nerviosismo provocado por el entorno. Estas sensaciones desagradables son:
Ansiedad
Confusión
Pánico
Paranoia
Aumento de la frecuencia cardíaca
Psicosis (muy excepcionalmente)
Fases del subidón de marihuana
Aunque cada persona experimenta el subidón de forma distinta, la experiencia a menudo consta de varias fases comunes.
Fase uno: tras la primera calada, empezarás a sentir el comienzo de los efectos del THC. Después de toser y secarte las lágrimas, te darás cuenta de que tu cuerpo se siente más ligero, tu mente cobra vida y la dopamina empieza a fluir.
Fase dos: unos 20-30 minutos después de acabar la cazoleta o porro, el subidón alcanzará su punto máximo. Una sensación de motivación y creatividad comenzará a apoderarse de ti. Te sentirás más locuaz y sociable, y querrás compartir todo lo que te venga a la mente.
Fase tres: el subidón empezará a disminuir. Tu mente estará más lúcida y el efecto pasará de ser una experiencia cognitiva a un colocón relajante a nivel corporal.
Fase cuatro: volverás a tierra firme alcanzando de nuevo la sobriedad.
Las diferentes variedades producen efectos distintos
Por si no aún no te lo han dicho los medios de comunicación modernos, debemos mencionar que hay miles de variedades (o cepas) de cannabis. Cada una de ellas tiene una composición fitoquímica distinta y ofrece una experiencia psicoactiva única.
Aunque esto se debe en parte a las variaciones del contenido de THC, los terpenos también contribuyen a estas diferencias. Además de proporcionar los aromas característicos del cannabis, los terpenos forman una relación sinérgica con el THC y otros cannabinoides (un fenómeno que se conoce como efecto séquito) que regula el subidón.
Como resultado, los criadores han empezado a centrarse en las mezclas de terpenos de sus variedades nuevas. Con el paso del tiempo, esto sirve para ampliar considerablemente el tipo de experiencias psicoactivas disponibles.
Trip de CBD vs trip de THC
Además del THC, el CBD es otro foco importante para los criadores. El CBD es el otro miembro principal de la familia de los cannabinoides (compuesta por más de 100 moléculas), y no produce efectos psicoactivos. Esta molécula tiene una afinidad baja con el receptor CB1 y, en lugar de un colocón, produce un efecto leve y lúcido que calma los nervios y relaja la mente.
Curiosamente, el CBD también afecta a los receptores CB1, pero de forma indirecta. Reduce la producción de una enzima que descompone la anandamida, haciendo que este endocannabinoide perdure y se una a los receptores con más frecuencia. El CBD también puede ayudar a contrarrestar un subidón desagradable evitando que el THC se una al receptor CB1.
Los diferentes métodos de consumo producen trips distintos
Hay muchas formas de consumir marihuana, y aunque todas las variedades producen efectos parecidos, las experiencias generales suelen ser distintas.
Estos son los métodos de consumo más habituales:
Fumar/Vapear: el efecto aparece rápidamente y alcanza su punto máximo en unos 30 minutos. Dado que cada consumidor puede llegar a su nivel favorito distanciando más o menos las caladas, fumar hierba produce la experiencia más fácil de controlar. Este subidón suele durar alrededor de 4-8 horas.
Comestibles: ingerir cannabis ofrece una experiencia mucho más intensa. El THC viaja a través del aparato digestivo hasta llegar al hígado, donde se convierte en 11-hidroxi-THC, una versión del cannabinoide mucho más potente y duradera. El subidón de los comestibles puede tardar hasta 2 horas en aparecer, y dura hasta 12 horas.
Consumo sublingual: consiste en aplicar una tintura o aceite debajo de la lengua. Los cannabinoides entran rápidamente en el torrente sanguíneo a través de los capilares del tejido fino de esa zona. Este método sencillo y rápido produce unos efectos con un inicio y una duración similares a los de la inhalación de marihuana.
trip cerebral vs trip físico
Las distintas cepas de marihuana producen efectos diferentes en función de la mezcla única de fitoquímicos que contiene cada variedad. Los diferentes niveles de cannabinoides y terpenos forman una relación sinérgica que da lugar a diversos resultados psicoactivos.
Las variedades de cannabis solían dividirse en dos categorías principales, según su genética: índica y sativa. El pensamiento de la vieja escuela atribuía unos efectos específicos a estas dos subespecies. Se creía que las variedades índica producían un efecto más corporal y relajante, mientras que las sativa estimulaban el cerebro.
Aunque estos dos tipos de marihuana presentan unas diferencias muy pronunciadas, investigaciones recientes han demostrado que esto rara vez está relacionado con el efecto psicoactivo. Los científicos del cannabis proponen los términos "quimiovar", "quimiotipo" o "variedad química" para agrupar distintas variedades de marihuana. Aunque muchas cepas contienen el cannabinoide psicoactivo THC, son los terpenos aromáticos, de efecto más moderado, los que producen esta diversidad de subidones.
Las cepas pueden seguir agrupándose en categorías relajantes o estimulantes, en base a sus quimiovares. Por ejemplo, las plantas ricas en limoneno producen un efecto más cerebral, mientras que la hierba con alto contenido de mirceno es más calmante y relajante. A continuación, echa un vistazo a las principales diferencias entre el efecto cerebral y el efecto físico.
Efecto físico:
Sensación de pacheca y tranquilidad que hace que tu cuerpo se sienta relajado; ideal para desconectar en sesiones vespertinas
"Apalancamiento" y ausencia de ganas de moverse en general
Efecto cerebral:
Estimulación cerebral, energía cognitiva y agudeza mental; ideal para realizar proyectos creativos y disfrutar de situaciones sociales
Risa floja y ganas de bromear
¿Por qué la gente piensa distinto cuando está grifa?
Dado que la marihuana cambia temporalmente la forma en que funciona nuestra mente, merece la pena mencionar cómo ese estado de conciencia alterada puede ayudarnos a abrirnos a nuevas ideas.
En nuestra vida diaria, nuestra mente suele tener unos patrones de pensamiento fijos, que es lo que se conoce como pensamiento convergente. Esta forma de pensar se basa en la lógica, los números, los hechos y el pensamiento lineal.
Sin embargo, la marihuana permite a muchos consumidores abandonar esta estructura de pensamiento rígido y entrar en un estado mental conocido como pensamiento divergente. Este estado conlleva una mayor creatividad y representa una estructura de pensamiento más amplia y horizontal. El cannabis es capaz de ampliar nuestra perspectiva y cambiar la forma en que nuestro cerebro piensa, y nos permite imaginar y observar cosas en las que normalmente no nos fijaríamos.
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